¿Y si no es oro todo lo que reluce?
En ese ambiente de tranquilidad, seguridad y placer, el hada Lilith hace a Narciso una visita.
Le comunica que hay otros lugares en donde la vida no es como él la conoce.
Lilith ha estado en esas tierras y ha visto cómo incluso se llegan a matar las personas entre sí. El hada le muestra en el reflejo de un rio a Narciso algunas imágenes de esos extraños sitios. Él nunca ha oído hablar de desconfianza o de traición. Nunca ha experimentado miedo, impotencia o dolor.
Ahora por primera vez se siente triste. Después de la visita de Lilith, Narciso no puede disfrutar de su despreocupada vida como antes y se ve envuelto en sentimientos que nunca le habían rozado.