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Un cuento en fascículos

Marta Sáinz

¡Increíble!

Narciso le coge de la mano. Le mira dulcemente. Le susurra al oído: "No se le pueden poner diques al mar". Se levantan y caminan sonrientes hacia un futuro incierto pero, juntos al fin y al cabo. ¿O no?

En algo se parece...

"¿Extranjero yo? Eh.. bueno, no... bueno, sí, no sé..." titubea Narciso. ¿Es extranjero? Es verdad que viene de otro sitio pero... Mientras lo piensa, se queda mirando a esa chica. La expresión de sus ojos le dice que es una persona muy dulce. Y esa coleta mal hecha, los manos repletas de libros, un bolso que le arrastra por el suelo y unos pantalones rotos le convierten en una persona muy especial para Narciso. Tiene algo que le recuerda a Lilith pero no sabe lo que es.

Tiene dudas. Después de lo ocurrido con el Padre Felix, no está muy seguro de lo que debe hacer. De momento, decide contestar: "sí, soy extranjero. Estoy buscando un buen sitio para comer, ¿podría ayudarme?" Ella sonrió. Parecía dispuesta a ayudarle.

Mmm, Narciso tiene hambre después del día tan duro que está teniendo "Conozco un restaurante buenísimo, ven conmigo, está aquí cerca", le dijo sin borrar su sonrisa de la boca. Y Narciso le siguió, aunque cauteloso.

¿Quién es?

Llora desesperado. No se lo puede creer. "¿Qué es lo que pasa aquí?", grita. No sabe qué hacer. Mira de un lado a otro. La gente sigue caminando, con prisa por llegar a sus destinos.

Narciso sigue perdido... ¿A dónde irán? piensa. Cree que si sigue a alguna de esas personas encontrará el camino, o que por lo menos encontrará alguna respuesta. De pronto, un señor con un gran bigote se topa con él. "¿Está perdido?", le preguta amablemente. Narciso se asusta. Mira a los lados, pero es a él a quien le está hablando. "Ven conmigo", le dice. Narciso no sabe qué hacer. ¿Quién es ese hombre?

Al mediodía...

Narciso sonríe. Le gusta oír a Lilith. Significa que en el fondo no está solo; ella le acompaña. Escucharle le ha dado fuerzas. Coge su cesta repleta de manzanas y sigue caminando. No deja de mirar a todos lados para observar la naturaleza. Tiene que aprender a sobrevivir, y tiene que hacerlo rápido. No puede perder el tiempo.

¡Qué calor!
Lleva mucho tiempo caminando y está cansado. Será mediodía. Lo sabe por el sol, que cada vez es más intenso. Siente calor, mucho calor. También tiene sed. Pero no ve un lago cerca. Coge una de las manzanas que lleva en la cesta pero está caliente. Sabe que tiene que seguir caminando hasta encontrar la aldea. Allí podrá descansar y beber agua.

Se siente orgulloso de sí mismo por todo lo que está siendo capaz de hacer, pero en estos momentos se siente un poco decaído porque nunca le había faltado nada, y ahora está en un momento de debilidad: está cansado, tiene sed y mucho calor. Y no tiene agua para remediarlo. Pero sigue caminando. Sabe que lo podrá conseguir.

Otra vez solo



Narciso se encuentra desamparado de nuevo. Solo ante el bosque. Un sentimiento le invade el cuerpo, ¿será el miedo? Tiene todavía las palabras de Lilith rondando por su cabeza, atormentándole: "Tienes que aprender a valerte por ti solo". Narciso comienza a observar. Decide sentarse junto a un árbol y mirar a su alrededor: pájaros, sombras, insectos... La noche acecha y decide echarse a dormir. De pronto, un fuerte viento hace que despierte de golpe. Las sombras de los árboles cada vez se mueven más rápido. Quiere ayuda. No se siente preparado para seguir solo.
¿O sí?

De camino a ningún sitio

Narciso sale del Olimpo y ni siquiera mira atrás. No es tan fuerte.

Ante él se abre un camino cuyo final no es visible. Empieza la marcha. Al principio todo le parece nuevo y excitante. Hay pájaros nuevos, cuyo piar es exótico, diferente de todo lo que él ha oído hasta entonces. También la flora es diferente.

Ahora tendrás que aprender a dormirte tú solo...

Pero a medida que sigue y no llega a ningún sitio en particular Narciso empieza a aburrirse. ¿Dónde está todo lo que le habían prometido? Además, empieza a tener hambre. ¿Dónde están las hadas que siempre le proporcionan comida? Y pronto será de noche y necesitará que su ninfa favorita, Hewly toque su arpa para poder conciliar el sueño.

¿Qué hacer ante algo así?

Narciso se queda en estado de shock. No sabe qué hacer. "¿Como puede existir algo así?", se pregunta una y otra vez. Casi no puede comer, le cuesta mucho dormir... Él, que lo tiene todo, que se sentía tan feliz, se acaba de dar cuenta de que todo el mundo no vive como él. Lilith le ha abierto los ojos...